INTEGRADOS-NO KAOS

miércoles, 14 de marzo de 2012

LA INTEGRAL del KAOS
ESTARÁ de NUEVO con VOSOTROS en
VITORIA
MUY PRONTO
SIGUIENTE TÉRMINO de la FORMULA:


La CONGOJA del KONGO. dk






Hola a tod@s:
Este extracto de un escrito de J P Mbelu, es algo antiguo, fue publicado en Le Potentiel, RDC, el 04 de noviembre de 2009, a mí me ha llegado ahora y os lo remito, allí todo sigue igual o peor, es una vergüenza internacional, la guerra que se está librando al este de RDC es fomentada por bandas criminales y multinacionales mineras con el objetivo de separar la región para transformarla en un estado independiente (balcanizar el país) o en un enclave autónomo bajo la influencia de algunas potencias occidentales a través de Ruanda, Uganda, Angola y Nigeria. Una ojeada al mapa permite constatar que las zonas en guerra, son también las de las minas y donde hay más oro. Además, para colmo se ha hallado petróleo (dense por masacrados).
Esto ni lo cuentan en los medios masivos de comunicación, lo que parece convertirlo en una fantasía, ni lo intentan solucionar, será que no interesa. Y mientras tanto, nosotros, los occidentalitos medios a nuestro rollo, entretenidos con nimiedades. Eso sí que no nos falte la tarde de sábado en el hipermercado y las charlitas de una hora por móvil para hablar de nada con… nadie, y últimamente nuestra revolución parche adora de un sistema que aquí deja paro y allí, donde hay riqueza deja desolación y barbarie.
Congo es 80 veces mayor que Bélgica y posee el 34% de las reservas mundiales de cobalto, el 10% del oro, el 80% del coltán --imprescindible para móviles y ordenadores-- e importantes yacimientos de diamantes, uranio, casiterita y niobio, además del 70% del agua dulce de África; ¡ya te vale!, como para que estén apretados. Con esos datos su futuro se dibuja terrible. Jodidos cabronazos destroza mundos, así paguéis vuestras fechorías.
Difundir por la consciencia global. IK.
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En su informe del mes de noviembre de 2009, Human Rights Watch afirmaba que “las fuerzas armadas congoleñas en el este de la RDC han matado brutalmente a cientos de civiles y perpetrado un gran número de violaciones en los últimos tres meses, durante una operación militar apoyada por las Naciones Unidas”. Conclusión fruto de misiones de investigación llevadas a cabo al este de nuestro país [República Democrática del Congo]. “HRW ha llevado a cabo 21 misiones de investigación sobre el terreno en Kivu- Norte y Kivu- Sur en 2009 y ha constatado que los soldados del ejército congoleño habían asesinado deliberadamente al menos a 505 civiles. Otros 198 civiles fueron asesinados deliberadamente por el ejército congoleño y sus aliados del ejército ruandés durante una operación conjunta entre enero y febrero”. HRW “también ha documentado ataques brutales deliberadamente llevados a cabo por las milicias del FDLR, frente a los civiles congoleños en respuesta. Desde finales de enero al mes de septiembre, las milicias han matado al menos a 630 civiles en las fronteras entre las provincias de Kivu“.
Al lado del ejército congoleño, la Misión ONU está acusada por HRW de haber apoyado las operaciones que condujeron a la comisión de crímenes de guerra. Una relectura ciudadana desde el mes de enero de 2009 nos lleva a plantearnos algunas preguntas: “¿a dónde han ido las fuerzas apoyadas por Ruanda que operaban sobre nuestro territorio?” El citado informe de HRW no puede ofrecer respuesta a esta cuestión. Ahora bien, es un secreto a voces: los Interahamwe reciclados en Ruanda, los desmovilizados del ejército ruandés, los de la CNDP y los de la RCD adheridos a la causa de Ruanda se han infiltrado en nuestro ejército. Algunos de ellos son comandantes. Mientras que la historia “oficial” de nuestro país continúe siendo escrita desde Nueva York, habrá intentos de falsificación perjudiciales para las generaciones futuras.
La página de Benilubero tratando la identidad de los asesinos, violadores y ladrones de estos últimos meses publica un artículo en el que afirma: “La identidad de los asaltantes se discute entre la población local, para quienes los asaltantes son militares CNDP/FARDC por un lado y, por otro lado, el gobierno, la Misión ONU y los Humanitarios para los que los asaltantes son los FDLR y los Maï- Maï Pareco”. El modus operandi de los asaltantes (matar, violar, robar, mutilar e incendiar las casas) da más la razón a la población local que a los oficiales. “Uniendo las versiones oficiales, -señala este artículo-, descubrimos que la población es la única capaz de identificar bien a los asaltantes, porque durante los ataques, los oficiales del gobierno, la Misión ONU y los militares congoleños no están nunca presentes en el lugar del crimen. Siempre llegan cuando el crimen ya se ha cometido”. Conociendo la identidad de los asaltantes, la población se organiza para protestar y resistir. “El caso de la ciudad de Lubero donde la población ha quemado un vehículo de la Misión ONU y destruido algunas instalaciones de las ONG internacionales es un signo de que la población ve y vive de otra manera la paz anunciada por el régimen de Kinshasa.“
La mezcla y cruce de CNDP y de las FARDC, en la precipitación por la necesidad de la “paz de los cementerios” cada vez más va a ser puesto entre paréntesis. La responsabilidad de los oficiales “congoleños”, entre ellos Joseph Kabila y John Numbi, en esta operación de la muerte parece estar sacada de esta escritura de la historia. Mañana nuestros hijos podrán que el ejército congoleño ha matado a población civil al este de nuestro país sin que se mencionen los detalles referentes a los Interahamwe reciclados en Ruanda, los militares del RDC que permanecen inamovibles al este y los del CNDP fieles a Ruanda, así como los acuerdos secretos firmados entre la Ruanda de Kagame, Joseph Kabila y John Numbi.
El último informe de HRW plantea toda una serie de preguntas a las que nosotros, congoleños, deberíamos siempre intentar responder. “¿Por qué la guerra se mantiene siempre al este del país?” Desde la partida de Mobutu de la presidencia del país hasta hoy el reto principal no ha cambiado para los actores principales de esta guerra de usura: esclavizar a las poblaciones congoleñas y saquear sus materias primas estratégicas sin pagar el precio real, teniendo apoyo de los subcontratistas de la región de los Grandes Lagos. ¡Y qué más da si esto finaliza con la balcanización del país!
¿Puede el envío de criminales de guerra a la Corte Penal Internacional convencer para que renuncien a los actores principales de la guerra que hacen estragos en nuestro territorio? No. Cuando los “cosmócratas” se deshacen de algunos de sus subcontratas, es signo de que ya han encontrado a otros. La portavoz del ex procurador principal del Tribunal penal para la ex Yugoslavia subtitula su libro Paz y castigo “las guerras secretas de la política y de la justicia internacional”. ¿Es casualidad que esté siendo perseguida por la justicia internacional? Es cierto. Es necesario juzgar a todos los criminales implicados en la guerra de nuestro territorio. Pero Bosco Ntanganda por ejemplo, ¿es más criminal que Paul Kagame y los otros iniciadores de las operaciones asesinas?
¿Cuándo las empresas que cotizan en bolsa en Canadá y que han financiado esta guerra de agresión serán por los “jefes del mundo” llevadas a la justicia por nuestros seis millones de muertos? Los informes falsificadores de nuestra historia participan en esta política de bomberos pirómanos. Muchas ONG internacionales son actualmente la mano civil del imperialismo occidental. Es el momento para que los congoleños asumamos nuestro papel de ciudadanos activos de nuestra historia, organizando contrapoderes intelectuales, espirituales, culturales y sociopolíticos para resistir (a nivel local, regional e internacional) contra esta guerra de usura. Las multinacionales occidentales que se sirven de ella para saquearnos son en su mayoría más poderosas que sus Estados. Se sirven políticos como chicos de recados. La retórica de la democracia y el respeto de los derechos humanos oculta, a menudo, la hipocresía de aquellos que, matando por subcontratas interpuestas, querrían convencer de que creen en el derecho de autodeterminación y de autogobierno de los pueblos.
Muchos de nosotros lo hemos comprendido. Nuestra población del este también. Se han comprometido en una lucha por la libertad, la igualdad y la paz que nunca más nada podrá parar. Sus investigaciones del terreno son imbatibles. Han comprendido que no hay pan sin paz.
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Esperanzadoras palabras, incluso en esas condiciones alguien se arriesga resistir públicamente. Por si alguien cree que es una visión parcial, aquí tenéis algunos testimonios recogidos por occidentales de lo que testigos directos opinan. Human Rights Watch hace años elaboró un informe de 159 páginas, el cual sigue siendo plenamente vigente, salvo por algunas fechas y nombres: La plaga del oro, proporciona información sobre la manera en la que grupos armados locales, que se enfrentan por el control de las minas de oro y de las vías comerciales, cometen crímenes de guerra y contra la humanidad utilizando los beneficios obtenidos del oro para financiar sus actividades y comprar armas.
Difundir por la Consciencia Global. IK.
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Extractos del informe: “La plaga del oro”

Un testigo de las atrocidades cometidas por el grupo armado UPC en un pueblo próximo a Mongbwalu: Yo he visto a mucha gente atada y lista para ser ejecutada. La UPC declaró que iba a matarlos a todos. Obligaron a los lendu a cavar sus propias tumbas... [después] mataron a la gente golpeándola con una maza en la cabeza.

Un testigo en Mongbwalu: Cuando el UPC estaba en Mongbwalu, enviaban su oro a Bunia y de ahí, era enviado hacia Rwanda. A cambio, recibían armas.

Un testigo de la quema de mujeres hema acusadas por el grupo armado FNI de ser brujas:. Capturaron a mujeres en los campos de alrededor. Dijeron que era para hacerlas venir a hablar de paz. Metieron a diez mujeres en una casa, les ataron las manos, cerraron las puertas y prendieron fuego a la casa. Esto duró alrededor de dos semanas, con asesinatos día y noche.

Un joven comerciante de oro torturado porque no había pagado impuestos al grupo armado FNI: Allí, pasé dos semanas en un agujero en el suelo recubierto de palos. Me sacaron del agujero para pegarme. Me ataron a un tronco y después, por turnos, me pegaron con palos, en la cabeza, en la espalda, en las piernas.

Un testigo de trabajo forzoso: Los combatientes del FNI vienen cada mañana y van de puerta en puerta. Se separan para encontrar a jóvenes y llevan a unos sesenta al río Agula para buscar oro... Les obligan a trabajar. Si las autoridades intentan intervenir, se les pega.

Una víctima de actos de tortura cometidos por el General Jérôme: Dijeron que el oro era para el Comandante Jérôme y que necesitaba dinero para construir su casa. Dijeron que si no les daba dinero, Jérôme daría la orden de asesinarme. Al quinto día, Jérôme vino con sus oficiales a la prisión... y me apuntó con un fúsil. Me dijo "Dije que te iba a matar. No bromeaba. Hoy, es tu último día". Me hicieron salir del agujero y tumbarme, Jérôme cargó su revolver y lo puso contra mi cuello.

Ingeniero de minas en una región minera rica en oro de Durba en la que el ejército ugandés se alojó: El ejército ugandés es responsable de la destrucción de la mina [de oro] de Gorumbwa. Comenzaron a hacer explotar los pilares de manera desordenada. Hubo personas que murieron al derrumbarse. Como no era su país se burlaban de esta destrucción.

Un comerciante de oro respondiendo a una pregunta sobre las razones de su trabajo en las minas peligrosas: ¿Acaso hay otra elección? Es la única manera de ganar dinero. Es para mi propia supervivencia y para la de mi familia.

Un responsable del gobierno congolés: Estamos viendo cómo desaparecen los recursos de nuestro país sin beneficio para el pueblo congolés.

Charles Carter, vicepresidente de AngloGold Ashanti: La compañía ha empezado las preparaciones para "comenzar con las perforaciones de exploración en Kimin [OKIMO] en la región de Ituri en RDC,... Aunque es evidente que el entorno actual es muy complicado nos alegramos de tener la oportunidad de explorar plenamente las propiedades que tenemos en el Congo."

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