ESTARÁ de NUEVO con VOSOTROS en
VITORIA
MUY PRONTO
SIGUIENTE TÉRMINO de la FORMULA:
La CONGOJA del KONGO. dk
Hola
a tod@s:
Este
extracto de un escrito de J P Mbelu, es
algo antiguo, fue publicado en Le Potentiel, RDC, el 04 de noviembre de 2009 , a
mí me ha llegado ahora y os lo remito, allí todo sigue igual o peor, es una vergüenza internacional, la
guerra que se está librando al este de RDC es fomentada por bandas criminales y
multinacionales mineras con el objetivo de separar la región para transformarla
en un estado independiente (balcanizar
el país) o en un enclave autónomo bajo la influencia de algunas
potencias occidentales a través de Ruanda, Uganda, Angola y Nigeria. Una ojeada
al mapa permite constatar que las
zonas en guerra, son también las de las minas y donde hay más oro.
Además, para colmo se ha hallado petróleo (dense por masacrados).
Esto
ni lo cuentan en los medios masivos de comunicación, lo que parece convertirlo
en una fantasía, ni lo intentan solucionar, será que no interesa. Y mientras
tanto, nosotros, los occidentalitos medios a nuestro rollo, entretenidos con
nimiedades. Eso sí que no nos falte la tarde de sábado en el hipermercado y las
charlitas de una hora por móvil para hablar de nada con… nadie, y últimamente
nuestra revolución parche adora
de un sistema que aquí deja paro y allí, donde hay riqueza deja desolación y
barbarie.
Congo
es 80 veces mayor que Bélgica y posee el 34% de las reservas mundiales de
cobalto, el 10% del oro, el 80% del coltán --imprescindible para móviles y
ordenadores-- e importantes yacimientos de diamantes, uranio, casiterita y
niobio, además del 70% del agua dulce
de África; ¡ya te vale!, como para que estén apretados. Con esos datos
su futuro se dibuja terrible. Jodidos cabronazos destroza mundos, así paguéis
vuestras fechorías.
Difundir
por la consciencia global. IK.
…………..
En su informe del mes de
noviembre de 2009, Human Rights Watch afirmaba que “las fuerzas armadas congoleñas en el este de la RDC han matado
brutalmente a cientos de civiles y perpetrado un gran número de violaciones en
los últimos tres meses, durante una operación militar apoyada por las Naciones
Unidas”. Conclusión fruto de misiones de investigación llevadas a cabo
al este de nuestro país [República Democrática del Congo]. “HRW ha llevado a
cabo 21 misiones de investigación sobre el terreno en Kivu- Norte y Kivu- Sur
en 2009 y ha constatado que los soldados del ejército congoleño habían
asesinado deliberadamente al menos a 505 civiles. Otros 198 civiles fueron
asesinados deliberadamente por el ejército congoleño y sus aliados del ejército
ruandés durante una operación conjunta entre enero y febrero”. HRW “también ha
documentado ataques brutales deliberadamente llevados a cabo por las milicias del
FDLR, frente a los civiles congoleños en respuesta. Desde finales de enero al
mes de septiembre, las milicias han matado al menos a 630 civiles en las
fronteras entre las provincias de Kivu“.
Al lado del ejército
congoleño, la Misión ONU está acusada por HRW de haber apoyado las operaciones
que condujeron a la comisión de crímenes de guerra. Una relectura ciudadana
desde el mes de enero de 2009 nos lleva a plantearnos algunas preguntas: “¿a
dónde han ido las fuerzas apoyadas por Ruanda que operaban sobre nuestro
territorio?” El citado informe de HRW no puede ofrecer respuesta a esta
cuestión. Ahora bien, es un secreto a voces: los Interahamwe reciclados en
Ruanda, los desmovilizados del ejército ruandés, los de la CNDP y los de la RCD
adheridos a la causa de Ruanda se han infiltrado en nuestro ejército. Algunos
de ellos son comandantes. Mientras que la historia “oficial” de nuestro país
continúe siendo escrita desde Nueva York, habrá intentos de falsificación
perjudiciales para las generaciones futuras.
La página de
Benilubero tratando la identidad de los asesinos, violadores y ladrones de
estos últimos meses publica un artículo en el que afirma: “La identidad de los
asaltantes se discute entre la población local, para quienes los asaltantes son
militares CNDP/FARDC por un lado y, por otro lado, el gobierno, la Misión ONU y
los Humanitarios para los que los asaltantes son los FDLR y los Maï- Maï
Pareco”. El modus operandi de los asaltantes (matar, violar, robar, mutilar e
incendiar las casas) da más la razón a la población local que a los oficiales.
“Uniendo las versiones oficiales, -señala este artículo-, descubrimos que la
población es la única capaz de identificar bien a los asaltantes, porque durante los ataques, los oficiales del
gobierno, la Misión ONU y los militares congoleños no están nunca presentes en
el lugar del crimen. Siempre llegan cuando el crimen ya se ha cometido”.
Conociendo la identidad de los asaltantes, la población se organiza para
protestar y resistir. “El caso de la ciudad de Lubero donde la población ha
quemado un vehículo de la Misión ONU y destruido algunas instalaciones de las
ONG internacionales es un signo de que la población ve y vive de otra manera la
paz anunciada por el régimen de Kinshasa.“
La mezcla y cruce de CNDP y
de las FARDC, en la precipitación por la necesidad de la “paz de los
cementerios” cada vez más va a ser puesto entre paréntesis. La responsabilidad
de los oficiales “congoleños”, entre ellos Joseph Kabila y John Numbi, en esta
operación de la muerte parece estar sacada de esta escritura de la historia.
Mañana nuestros hijos podrán que el ejército congoleño ha matado a población
civil al este de nuestro país sin que se mencionen los detalles referentes a
los Interahamwe reciclados en Ruanda, los militares del RDC que permanecen
inamovibles al este y los del CNDP fieles a Ruanda, así como los acuerdos
secretos firmados entre la Ruanda de Kagame, Joseph Kabila y John Numbi.
El último informe de HRW
plantea toda una serie de preguntas a las que nosotros, congoleños, deberíamos
siempre intentar responder. “¿Por qué
la guerra se mantiene siempre al este del país?” Desde la partida de
Mobutu de la presidencia del país hasta hoy el reto principal no ha cambiado
para los actores principales de esta guerra de usura: esclavizar a las poblaciones congoleñas y saquear sus materias
primas estratégicas sin pagar el precio real, teniendo apoyo de los
subcontratistas de la región de los Grandes Lagos. ¡Y qué más da si
esto finaliza con la balcanización del país!
¿Puede el envío de criminales
de guerra a la Corte Penal Internacional convencer para que renuncien a los
actores principales de la guerra que hacen estragos en nuestro territorio? No.
Cuando los “cosmócratas” se deshacen de algunos de sus subcontratas, es signo
de que ya han encontrado a otros. La portavoz del ex procurador principal del
Tribunal penal para la ex Yugoslavia subtitula su libro Paz y castigo “las
guerras secretas de la política y de la justicia internacional”. ¿Es casualidad
que esté siendo perseguida por la justicia internacional? Es cierto. Es
necesario juzgar a todos los criminales implicados en la guerra de nuestro
territorio. Pero Bosco Ntanganda por ejemplo, ¿es más criminal que Paul Kagame
y los otros iniciadores de las operaciones asesinas?
¿Cuándo las empresas
que cotizan en bolsa en Canadá y que han financiado esta guerra de agresión
serán por los “jefes del mundo” llevadas a la justicia por nuestros seis
millones de muertos? Los informes falsificadores de nuestra historia participan
en esta política de bomberos pirómanos. Muchas ONG internacionales son
actualmente la mano civil del imperialismo occidental. Es el momento para que los congoleños asumamos nuestro papel de
ciudadanos activos de nuestra historia, organizando contrapoderes
intelectuales, espirituales, culturales y sociopolíticos para resistir (a nivel
local, regional e internacional) contra esta guerra de usura. Las
multinacionales occidentales que se sirven de ella para saquearnos son en su
mayoría más poderosas que sus Estados. Se sirven políticos como chicos de
recados. La retórica de la democracia y el respeto de los derechos humanos
oculta, a menudo, la hipocresía de aquellos que, matando por subcontratas
interpuestas, querrían convencer de que creen en el derecho de
autodeterminación y de autogobierno de los pueblos.
Muchos de nosotros lo hemos
comprendido. Nuestra población del este también. Se han comprometido en una
lucha por la libertad, la igualdad y la paz que nunca más nada podrá parar. Sus
investigaciones del terreno son imbatibles. Han comprendido que no hay pan sin
paz.
…………..
Esperanzadoras
palabras, incluso en esas condiciones alguien se arriesga resistir
públicamente. Por si alguien cree que es una visión parcial, aquí tenéis
algunos testimonios recogidos por occidentales de lo que testigos directos opinan. Human Rights Watch hace años
elaboró un informe de 159 páginas, el cual sigue siendo plenamente vigente,
salvo por algunas fechas y nombres: La plaga del oro, proporciona información
sobre la manera en la que grupos armados locales, que se enfrentan por el
control de las minas de oro y de las vías comerciales, cometen crímenes de guerra y contra la humanidad
utilizando los beneficios obtenidos del oro para financiar sus actividades y
comprar armas.
Difundir por la Consciencia Global. IK.
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Extractos del informe: “La plaga del oro”
Charles
Carter, vicepresidente de AngloGold Ashanti:
La compañía ha empezado las preparaciones para "comenzar con las perforaciones
de exploración en Kimin [OKIMO] en la región de Ituri en RDC,... Aunque es
evidente que el entorno actual es muy complicado nos alegramos de tener la oportunidad de explorar plenamente las
propiedades que tenemos en el Congo."
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Extractos del informe: “La plaga del oro”
Un testigo de las
atrocidades cometidas por el grupo armado UPC en un pueblo próximo a Mongbwalu:
Yo he visto a mucha gente atada y
lista para ser ejecutada. La UPC
declaró que iba a matarlos a todos. Obligaron
a los lendu a cavar sus propias tumbas... [después] mataron a
la gente golpeándola con una maza en la cabeza.
Un testigo en Mongbwalu: Cuando el UPC estaba en Mongbwalu, enviaban
su oro a Bunia y de ahí, era enviado hacia Rwanda. A cambio, recibían armas.
Un testigo de la quema de
mujeres hema acusadas por el grupo armado FNI de ser brujas:. Capturaron a mujeres en los campos de
alrededor. Dijeron que era para hacerlas venir a hablar de paz. Metieron a diez mujeres en una casa, les ataron las
manos, cerraron las puertas y prendieron fuego a la casa. Esto duró alrededor de dos semanas, con
asesinatos día y noche.
Un joven comerciante de oro
torturado porque no había pagado impuestos al grupo armado FNI: Allí, pasé dos semanas en un agujero en el
suelo recubierto de palos. Me sacaron del agujero para pegarme. Me ataron a un
tronco y después, por turnos, me
pegaron con palos, en la cabeza,
en la espalda, en las piernas.
Un testigo de
trabajo forzoso: Los combatientes del FNI vienen cada mañana y van de puerta en
puerta. Se separan para encontrar a jóvenes y llevan a unos sesenta al río
Agula para buscar oro... Les
obligan a trabajar. Si las
autoridades intentan intervenir, se les pega.
Una víctima de actos de
tortura cometidos por el General Jérôme: Dijeron
que el oro era para el Comandante Jérôme y que necesitaba dinero para construir
su casa. Dijeron que si no les daba dinero, Jérôme daría la orden de
asesinarme. Al quinto día, Jérôme vino con sus oficiales a la prisión... y me
apuntó con un fúsil. Me dijo "Dije que te iba a matar. No bromeaba. Hoy,
es tu último día". Me hicieron salir del agujero y tumbarme, Jérôme cargó su revolver y lo puso
contra mi cuello.
Ingeniero de minas en una
región minera rica en oro de Durba en la que el ejército ugandés se alojó: El ejército ugandés es responsable de la
destrucción de la mina [de oro] de Gorumbwa. Comenzaron a hacer explotar los
pilares de manera desordenada. Hubo personas que murieron al derrumbarse. Como no era su país se burlaban de esta
destrucción.
Un comerciante de oro
respondiendo a una pregunta sobre las razones de su trabajo en las minas
peligrosas: ¿Acaso hay otra elección? Es
la única manera de ganar dinero. Es para mi propia supervivencia y para la de
mi familia.
Un responsable del gobierno
congolés: Estamos viendo cómo desaparecen los recursos de nuestro país
sin beneficio para el pueblo
congolés.
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